Cronopios y mascotas

Cuando un cronopio adquiere una mascota, no se dirige a una tienda de animales, si no más bien suele recoger a algún animalito de la calle.
Una vez realizala la abducción, el cronopio procede a revisar que el animal no pertenezca a alguna otra persona, o que en realidad se trate de un animal domestico. Ya realizada la legitimación de la bestia, el cronopio se dedica a buscar todo lo necesario para la satisfacción de su pequeña adquisición.
Para los cronopios, las mascotas son parte importante de su vida, por lo tanto hacen todo lo posible por acondicionar sus necesidades a la del animalito. Es tanta la pasión que un cronopio le tiene a su animal, que cada vez que lo saca a pasear o que la mascota desea salir, el cronopio le instala una brújula en el collar, para que el animal pueda encontrar el camino de vuelta; en caso de que el cronopio se vea en la necesidad de acompañar a su mascota, la brújula le servirá entonces para que ambos puedan regresar a salvo a casa.

Aunque para un cronopio la mascota de la casa es símbolo de respeto, este sabe que también debe ser educada. Cuando un animal casero se rebela y se comporta de forma inapropiada, el cronopio le reprende. El proceso implica conseguir un baúl lo suficientemente grande para poder retener al animalote ahí dentro. Con el fin de que la mascota no muera de asfixia, el cronopio utiliza un revolver para hacer hoyos en el baúl. Una vez dentro del baúl, no pasaran ni cinco minutos hasta que el animalillo empiece a gemir, para poder salir del horrible confinamiento.

Con escuchar el primer gemido, el cronopio entrará en un estado de singular compulsión, haciendo que los demás cronopios de la casa acudan a su socorro. Al descubrir las intenciones, los cronopios adultos se opondrán rotundamente a la liberación del castigo, haciendo que la familia de cronopios entre en una reyerta escandalosa. Solo hará falta un segundo gemido por parte del animal, para que toda la familia de los cronopios y hasta los cronopios vecinos liberen al animalito. Una vez liberada la mascota de la casa, los cronopios, usando su conocimiento de que la música tranquiliza a las bestias, pondrán sus mejores discos para que el animal se tranquilice. Luego le servirán un banquete digno de reyes para presentar su disculpa.

Así quieren los cronopios a sus mascotas.